El Bari está afilando sus armas y hay "oxígeno" en el ataque.

BARI - La experiencia y el alcance internacional de Christian Gytkjaer, la fiabilidad de Gabriele Moncini, el deseo de revancha de Giuseppe Sibilli, la exuberancia de Emanuele Rao. Y ahora Anthony Partipilo se enfrenta al reto de su vida. Sin embargo, parece que se necesita más. El Bari ya cuenta con su tridente titular (en teoría, Partipilo, Gytkjaer y Sibilli) y alternativas listas para ascender en la plantilla (Gastón Pereiro, Moncini y Rao). Sin embargo, en cuanto a calidad, goles y juego, parece que el equipo puede mejorar. Se necesitan más jugadores, pero sobre todo, jugadores que encajen en el 4-3-3 de Fabio Caserta. Dos fichajes más no vendrían mal.
LOS FULLERS CON PARTIPILO. Giuseppe Sibilli, que no es extremo por vocación, jugará como extremo, quizás con mucha libertad de movimientos. Desde la banda izquierda, podrá moverse hacia el centro para crear o definir. Mucho dependerá de los destellos del napolitano de 28 años, quizás demasiado. Porque Sibilli parece actualmente el único jugador que realmente puede aportar imprevisibilidad a la defensa. Su alternativa será Emanuele Rao, un talentoso, rápido y prometedor joven de 19 años. Sin embargo, esta es su primera vez jugando en la Serie B: está por ver si puede sorprender o si necesita tiempo para madurar.
El flanco derecho, sin embargo, estará a cargo de Partipilo. Con casi 31 años, el chico del barrio de San Girolamo tiene una oportunidad única de dejar huella con el equipo de su ciudad natal. Sin embargo, necesitará estar en su mejor momento. El que admiramos en Terni, por ejemplo, cuando llevó a los umbros a la Serie B con 17 goles y luego dejó huella en la segunda división, anotando primero nueve y luego siete. No repitió esa actuación en Parma, aunque jugó un papel clave en el ascenso de los Ducali, mientras que la temporada pasada en Frosinone se vio afectado por una grave lesión (más de dos meses de baja). Necesitará una motivación extraordinaria para dar lo mejor de sí: ¿será suficiente? El Caserta ha probado hasta ahora con Gastón Pereiro en la derecha, pero el uruguayo, con su ritmo lento y su limitado dinamismo, no parece el complemento ideal para un 4-3-3 basado en la intensidad y el ritmo. Además, el sudamericano no es invendible: si llegase una oferta adecuada, podría marcharse rápidamente, aunque por ahora (salvo una consulta del Avellino, que, sin embargo, no insistió) no hay noticias al respecto. En resumen, se necesitaría un extremo más adecuado. Se había seguido el caso de Mirko Antonucci: el jugador de 26 años de Spezia dejará el club ligur, pero hasta el momento no se ha llegado a un acuerdo con los Galletti. Además, hay otro detalle. Si bien el Caserta lo tiene en alta estima, no lo ven como un extremo puro (una posición que siempre ha jugado a lo largo de su carrera), sino como un centrocampista capaz de moverse hacia el mediocampo ofensivo. Las negociaciones llevan tiempo en curso; se dice que el joven está deseando relanzar su carrera en el Bari tras una temporada irregular entre Spezia y Cesena. Pero si llegase, no es seguro que sea el extremo: también podría cubrir el mediocampo. No pierdas de vista también a dos jóvenes. El director deportivo Giuseppe Magalini ha admitido su interés en Giovanni Bruzzaniti, un jugador de 24 años de Pineto, a quien ha seguido varias veces esta temporada. Rápido, ingenioso y hábil en el regate, podría ser una opción. La otra opción, en teoría aún más viable, es Antonio Vergara, un jugador de 22 años del Nápoles que viene de una temporada brillante en la Reggiana. Hasta ahora se ha mantenido en secreto, pero podría convertirse en un tema de conversación.
OTRO DELANTERO CENTRO: El 4-3-3 cuenta con un solo delantero centro, y el Bari ya cuenta con dos: Gytkjaer y Moncini. Pero seamos claros: un delantero puro adicional no es un capricho ni una precaución excesiva, sino una auténtica necesidad. El Caserta a menudo puede necesitar desplegar dos delanteros en tándem para intentar forzar un resultado o recuperarse. No solo eso, sino que hay que considerar posibles imprevistos, así como la edad de Gytkjaer, quien a sus 35 años requerirá cierta gestión. Después de todo, basta con recordar el drama de hace dos años, cuando la lesión de Diaw trasladó toda la carga ofensiva a Nasti. En resumen, no se pueden correr riesgos y hay que cubrirse adecuadamente. La idea principal era encontrar un jugador joven que pudiera aceptar el reto de empezar desde atrás y luego intentar explotar. Guglielmo Mignani, el hijo de 22 años de Michele, exentrenador de Galletti de 2021 a 2023, fue el siguiente en la lista. Sin embargo, el joven está cerca de fichar por el Benevento. Daniele Montevago, de 22 años y originario de Perugia, también está en la mira, pero nunca se ha concretado un traspaso. Entre los prospectos más probables, sin embargo, la atención se centra en Marco Nasti, quien dejará el Cremonese. Giuseppe Ambrosino, del Nápoles, parece una posibilidad, al igual que el regreso de Nicholas Bonfanti, del Pisa, ahora parece improbable.
La Gazzetta del Mezzogiorno